Increíbles vistas y atención

El hotel está super bien ubicado y las habitaciones son amplias y limpias. Disfruté mucho de hacer jugo de naranja fresquito en el desayuno. El personal fue muy amable, especialmente en recepción, donde me ayudaron con unos tips para mi visita. Aunque la calle empedrada se hizo pesada al cargar las maletas, valió la pena.

vuelvo fijo

La habitación era muy cómoda, con aire acondicionado y un baño espectacular. Teníamos un minibar y hasta una cafetera en la habitación. El desayuno era abundante, con varias opciones y la posibilidad de hacer jugo de naranja fresco. El personal era muy amable, especialmente Jana, que nos ayudó con todo. Ideal para desconectar.

Una opinión rápida y sincera

El hotel ofrece una experiencia excepcional, habitaciones amplias y limpias, con un desayuno variado perfecto. La amabilidad del personal, especialmente de Jirka, que habla español y brinda un servicio impecable, resalta. Además, su ubicación cercana al Castillo añade un plus. Sin duda, un lugar al que regreso sin pensarlo.

Me encantó la hermosa decoración del hotel, especialmente la escalera de 270 años que está ricamente adornada, lo que añade un toque histórico encantador. La ubicación cercana a los principales puntos de interés es ideal para explorar.

Mejorar el acceso desde la calle empedrada.

Ideal para familias que buscan una buena experiencia

Nos quedamos 3 noches, la atención del personal fue impresionante. La habitación era amplia y super limpia, ¡y tenía una vista increíble! No puedo dejar de mencionar que podías hacer un jugo de naranja fresco en el desayuno, algo que no esperaba y lo disfruté mucho.

Eso sí, no era barato, pero aún así vale la pena.

Desayuno variado y abundante, excelente atención.

1 Habitación limpia
2 Vista espectacular
3 Ambiente moderno

1 Acceso complicado
2 Desayuno pobre
3 Ruido exterior

Cama súper cómoda y desayuno variado.

Vaya, la comida local me hizo bailar! Fui a Hostinec U Dvou Sluncu y sus platos tradicionales me volaron la cabeza. Además, la decoración del hotel estaba muy bien cuidada, llenando cada rincón de luz. ¡El desayuno, siempre fresco y abundante, fue un deleite para comenzar el día!

Aunque el ambiente tenía su encanto, oh, la habitación no era la más tranquila. Escuché a los vecinos un poco más de lo que hubiera querido, y los muebles a veces parecían necesitar un buen abrigo de limpieza. Pero, al final del día, Praga siempre brilla.

Estuve con un grupo de amigos y disfrutamos mucho de las habitaciones amplias y limpias. La atención fue cordial y profesional. La ubicación es excelente para visitar el Castillo y el centro. Si buscan actividades, el Royal Route y el funicular de Petrin son imperdibles.

Al llegar, la calle empedrada con pendiente fue un desafío con las maletas. Eso puede ser complicado para algunos.

Las habitaciones son muy amplias y limpias, y el desayuno ofrece jugo de naranja exprimido en el momento. La llegada al hotel es complicada por la pendiente pronunciada, lo que hace difícil arrastrar las maletas después de un día de turismo. Además, el aire acondicionado no funcionaba bien en mi habitación. En los alrededores hay opciones para alquilar bicicletas y hacer caminatas por la zona, lo que es perfecto para explorar.

desayuno espectacular y limpieza impecable

desayuno delicioso, habitación muy limpia

calefacción en el suelo

El hotel cuenta con habitaciones amplias y muy limpias. La cama era increíblemente cómoda, perfecta para descansar después de un día explorando la ciudad. El desayuno era variado y abundante, lo que hizo que empezáramos el día con mucha energía. La atención de Jana en la recepción fue destacable, siempre dispuesta a ayudar y con una gran actitud. Disfrutamos mucho de la ubicación, ya que estaba cerca del Castillo y de otros lugares interesantes para visitar.

Las habitaciones son limpias y están bien mantenidas, con decoraciones que dan un toque especial. Además, el desayuno ofrece variedad, destacando la opción de hacer jugo de naranja fresco en el momento.

La llegada al hotel no es fácil, ya que se debe caminar por una calle empedrada con una pendiente considerable, que se vuelve un reto con las maletas después de un día de turismo. La habitación tenía problemas con el aire acondicionado, y aunque en algunas ocasiones el ruido de la calle podía ser molesto, ni siquiera se podían abrir las ventanas por la falta de privacidad que implicaban las rejas. Con respecto al desayuno, aunque es variado, no cumple con las expectativas de un hotel de cuatro estrellas y el ambiente durante el servicio se siente algo descuidado.

El hotel Golden Star en Praga es encantador. Las habitaciones son amplias y están impecables. Tenía una cafetera y nevera muy útiles. La calefacción en el suelo hizo que el ambiente se sintiera cálido y confortable. El desayuno era bastante variado y siempre reponían lo que se acababa, lo que aprecié mucho. Especialmente me gustó la atención de Jirka en recepción. hablaba español y fue muy amable al ayudarnos con nuestras dudas y necesidades. Sin embargo, el acceso al hotel puede ser complicado. La calle empedrada y la pendiente empinada desde el puente de Carlos resultaron un desafío, especialmente al arrastrar las maletas. La falta de elevador también puede afectar a personas con movilidad reducida, eso es algo a tener en cuenta. En general, la estancia fue muy bonita, aunque la llegada fue un poco dura debido a la ubicación del hotel.